La verdad de Viqueira, el mago gallego que hizo del fútbol una obra de arte

Emilio Viqueira recibió un merecido homenaje por parte de ‘Radio Huelva’ y el Real Club Recreativo de Huelva. Junto con el otrora ídolo del recreativismo estuvo la que en su día fue su afición, acompañado también por compañeros y amigos que no quisieron perderse un día tan importante, entre los que destacaron Rafa Barber y Jesús Vázquez. Su familia también quiso acompañarle en un acto en el que fuera jugador del Decano cerró heridas, explicando por fin los motivos de la decisión que tomó en su salida y hablando sin tapujos de las personas que, según él, le engañaron.

El que tuvo, retuvo. Algo habrá importado una persona cuando, tras un acto de casi dos horas, se quedan pacientemente para poder hacerse una fotografía con el que fuera su ídolo o recibir el autógrafo de ese futbolista del que sus padres tan bien le hablaron. Emilio Viqueira, el mago gallego que defendió la elástica del Decano durante cinco temporadas, recibió con total merecimiento este miércoles el galardón de ‘Leyenda del Decano’. Tras 16 años de su salida de Huelva, se completa el círculo y recibe el merecimiento que le fue impedido tras su salida. Ya era el momento de completar el círculo y cerrar una herida que llevaba demasiado tiempo abierta.

Tras recibir los aplausos de los asistentes, Emilio Viqueira repasó su carrera en el Decano en un día en el que contó con el apoyo de sus seres queridos, ya que su familia también viajó a Huelva para darle una sorpresa. No faltaron amigos y compañeros de su época como albiazul, como Rafa Barber que también se desplazó a Huelva y también Jesús Vázquez. Tampoco faltaron los mensajes de otros dos grandes amigos de Emilio, como son Merino y Antonio Calle. Ambos fueron escuderos del gallego en el centro del campo. Desde su llegada al Recre de la mano de Lucas Alcaraz, con un descenso y una final de la Copa del Rey, pasando por la temporada con Quique Hernández, quién años después le reconoció su calidad. Se paró en la etapa de Marcelino, con quién disfrutó de sus dos mejores campañas como futbolista.

No dudó en reconocer que su mejor momento como futbolista «fue cuando llegamos con el Autobús al Ayuntamiento. Ha sido lo máximo que he vivido como futbolista. Ese día se vio el espíritu de la afición del Recre, que también te apoya en los malos momentos, como por ejemplo está ocurriendo en la actualidad».

Momentos buenos y menos buenos, como su salida del Recre en 2007 rumbo al Levante. Mucho se habló de ello y hoy Emilio Viqueira ha querido contar una verdad que se calló en su momento, sufriendo él y su familia una realidad que pocos conocían. Sobre ello dijo que «es complicado porque lo sabe mi familia y evidentemente mi gente allegada. Yo no tengo todos los días un micrófono para contar esto y creo que ha llegado el momento de contarlo. Paco Mendoza, seguramente ha sido el mejor presidente que he tenido, sin duda alguna, era un tío fenomenal, cariñoso y me entendió y me comprendió, pero desgraciadamente en ese momento en el club había también una persona que se creía el dueño del Recreativo y de Huelva, pero no lo era de mi vida. Lo voy a explicar, y muchas veces en redes sociales me ponen que me fui por dinero. Lo cuento para esa gente que incondicionalmente siempre me ha creído. Dicen que si hay una versión y otra, pero la que voy a contar es la que hay y lo saben gente que estuvo en el club y hasta periodistas. Yo tenía dos años de contrato en el Recre, con uno opcional, y el primer año de Marcelino, en Segunda División, vino un club de Primera División a por mí, yo estaba jugando bien en Segunda y soy yo el que dije que no me quería marchar. Y al subir a Primera División vinieron dos equipos a por mí, querían pagar, pero le dije a mi representante que no me quería marchar, se lo comunicamos al club y en ese momento el club me dijo que me quería renovar. Pasaron dos meses y nos sentamos para cerrar la renovación. Hablamos y en tres o cuatro días llegamos a un acuerdo para renovarme por tres temporadas y al acabar el contrato, yo me quedaría en el club a trabajar. Es más, cuando me dijeron eso me fui a El Portil y me compré una casa porque quería vivir en la playa. En ese proceso pasan 15 o 20 días y cuando voy al club a firmar, el director general y el director deportivo me dijeron que se lo habían pensado mejor y que me iban a dar un año de contrato, que si lo quería firmar, bien y que si no quería firmarlo, que no lo firmara. Ahí no me sentí engañado, me sentí lo siguiente y en ese momento les dije que me sacaran la cláusula, yo voy a jugar, pero con vosotros no voy a seguir en el Recreativo. Esto es lo que pasa en esos momentos. Al día, me fui al vestuario y hablé con mis compañeros y con Marcelino García de lo que ha pasado, que iba a firmar tres temporadas y quedarme aquí, y el club me ha engañado al decirme que solo me ofrecían un año o que no firmara. En ese proceso, Marcelino intentó que se quitara esa cláusula de partidos jugados para que siguiera jugando y yo también. Yo soy de esas personas que no puedo estar con alguien con el que no quiero estar y eso lo sabe mi familia».

«La gente dijo que me iba por dinero y yo no me fui por dinero. Me hubiera quedado en el Recreativo 20 años más, lo que pasa es que en esos momentos esa gente me engañó. Mis compañeros y Marcelino sabían que los dos últimos años y medio de mi carrera me medicaba, me pinchaba, para entrenar y jugar. Tenía que tomar medicamentos porque tenía problemas en los tobillos y yo no podía ya entrenar sin medicarme y aun así, les dije que si me quitaban esa cláusula seguiría jugando. Paco Mendoza me daba la razón, pero había una persona en ese momento en el club que se creía que era el dueño de Huelva, pero en mi vida yo he sido el dueño. No me fui por dinero sino porque me engañaron y no podía. Paco Mendoza conmigo se portó de una manera espectacular conmigo, pero había una persona que era el que mandaba y ellos creían que yo tenía tanto cariño a la gente, que era incómodo que yo siguiera. Eso es lo que pasó y que sabe mucha gente. Y volvería a hacer lo mismo diez mil veces más».

Entre lágrimas, reconoció que «los que más sufrieron fueron mis familiares y amigos. Esos días se contaron muchas cosas personales de mí que fueron mentira y que me hicieron mucho daño. La persecución tan grande que sufrí yo y mi familia fue muy dura».

Por último, donde se rompió completamente, fue con las palabras de su padre, que le dedicó unas bonitas palabras, quién agradeció al Recreativo «por el cariño que te están demostrando». No dudó en reconocer Emilio, entre risas, que «si llego a saber lo que me esperaba no hubiera venido».

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