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La trayectoria de un técnico familiar y hecho a sí mismo

Imagen cortesía del CD Ibiza.

El Recreativo de Huelva ya tiene nuevo entrenador. Se trata de Alberto Gallego, todo un desconocido para la afición recreativista. El técnico catalán recala en el Decano tras haber hecho un temporadón con el CD Ibiza, equipo al que logró ascender a la Segunda RFEF. ¿Pero quién es Alberto Gallego Lancuentra?

Gracias a una entrevista concedida hace poco más dos meses al programa Crónicas Sportiús de ‘Adpic TV‘, pudimos conocer de primera mano sus inicios como entrenador, su carrera en equipos extranjero y como se gestó su fichaje por su exequipo. Junto con ello deja entrever algunos aspectos personales y familiares, como también algunos datos anecdóticos que vivió en su etapa en Grecia. No dudó en confesar que quiere cumplir un sueño al margen de entrenar lo más alto posible, poder ser entrenador de un equipo femenino. Mientras tanto cumple un sueño, ser el entrenador del Decano del fútbol español. Ahí queda eso.

– Sus inicios como entrenador:

«Yo he sido jugador de fútbol. Me lo inculcó mi padre que era un gran forofo. Yo empecé en el Lleida, soy de allí, estuve en todas las categorías inferiores y fui un buen jugador de Tercera. Estuve en clubes como el Binéfar mucho tiempo, en Aragón y ya de muy joven era muy pesado en el campo. Era de los que organizaba más que el entrenador y el entrenador se cabreaba conmigo. Entonces, a mí me atraía mucho la formación como entrenador, algo que ha cambiado mucho en estos últimos años y ahora es más profesional que la que había antiguamente. Me quise sacar el título de entrenador y a partir de ahí empecé desde muy abajo. Lo hice con un equipo de Regional, en Benabarre, un equipo también de Aragón y ahí es donde uno empieza a ver si este mundo me gusta y si te va a ir bien. La verdad es que ahí me fue muy bien, conseguimos ascensos y la cosa se fue poniendo cada vez más seria. De ahí salté al EFAC Almacelles, a la parte de Cataluña donde yo vivía, en Lleida. También conseguimos ascender a ese equipo y de ahí di un salto muy grande porque me ficha el Rayo Vallecano, en la secretaría técnica. Es un trasatlántico, sobre todo lo que envuelve al Rayo Vallecano, lo que es el barrio en sí, los valores de la clase obrera y también conocí a mi mujer que es de Vallecas. Ahí aprendí mucho y de allí me ofrecen irme al Rayo Oklahoma de Estados Unidos«.

– Experiencia enriquecedora en Estados Unidos:

«Viví una experiencia muy importante fuera de España, ahí fue el punto de inflexión. Son decisiones a decidir en conjunto. Yo ya estaba con mi mujer y teníamos que decidir si separarnos para ver que pasa, y decidir si iba a en serio o no. Finalmente decidimos que yo me iba para allí y el equipo que me encontré iba penúltimo, y lo metimos en ‘play-off’. Ese equipo estaba formado por jugadores internacionales. Era mi primer contacto como entrenador y yo estaba también en dirección deportiva allí. Teníamos a jugadores como Samaras, el griego… Llegar allí y encontrar con jugadores de ese nivel y al que tenía que decirle lo que tenía que hacer. Fue muy impactante para mí, había cuatro jugadores internacionales por Estados Unidos. Estaba Fernández, el portero de Portugal, gente de mucho nivel… Se consiguió y en semifinales nos tocó el New York Cosmos, un club legendario con jugadores como Raúl, Marcos Senna y Arango, y en esa semifinal hicimos un gran partido. Al acabar la temporada yo vuelvo a casa, sigo en el Rayo Vallecano, pero me llaman del New York Cosmos y al día siguiente me dice mi mujer que está embarazada. Con mi vida se pueden hacer cuatro películas«.

«Un entrenador aprende más de los fracasos que lo que son las victorias. Yo he vivido tener expectativas en algún equipo y no conseguir el objetivo, es lo que te hace analizar y pensar aún más. Incluso te crea dudas contigo mismo y es lo que te hace crecer. Entonces, me hicieron una oferta para ir de segundo entrenador de Giovanni Savarese, un entrenador venezolano muy reconocido en Estados Unidos. De hecho, ahora está entrenando en el Portland Timbers. Finalmente acepté la oferta, conseguimos llegar a los ‘play-off’ y llegamos a la final, que finalmente la perdimos contra San Francisco. Mi experiencia allí fue espectacular, pero fue también muy dura a nivel personal. Mi mujer tuvo que pasar todo el embarazo sola y a mí me dieron tres días para ver como nacía mi hija. Estuve cuatro meses y después tuve que volver… Fue duro sobre todo a nivel personal. Además, en Estados Unidos las distancias son muy largas y para ir a jugar hay que viajar tres días antes, por ejemplo. Estuve mucho tiempo solo y los primeros seis meses viví en un hotel en Long Island, que está bastante apartado de lo que es la ciudad. Ahí es donde teníamos toda la Ciudad Deportiva, pero yo estaba en una zona que era muy solitaria. Funcionó muy bien y estoy muy contento de la experiencia, y de la ciudad en sí. La verdad es que estoy muy orgulloso por todo lo que viví, me considero un privilegiado«.

– Del filial del Nástic a la Superliga griega:

«Luego estuve en Tarragona, en una etapa muy bonita a nivel personal. Ya sí que viajamos toda la familia y ahí cogió al filial del Nástic. Yo quería vivir una experiencia con los filiales. Me gustan mucho los jugadores jóvenes, ver como se forman y crecen. Tuvimos una buena experiencia allí, pero es verdad que en enero me llama Volos de la Superliga griega. No podía decir que no. Empecé en la Segunda Regional aragonesa, no sé si hay más bajo en el mundo y ahora te llaman de una de las ligas más importantes de Europa. Yo voy allí un poco perdido y de hecho me obligaron a irme el día siguiente. Yo quería volver por la maleta, ya que me fui con una bolsa, pero el presidente no me dejó volver. Tarantino al lado de los griegos no es nada (risas). Las anécdotas que yo viví allí son muy ‘heavys’«.

«Fue una experiencia de la que aprendí mucho, allí llegué con el staff ya hecho y fue muy difícil hacer piña. Para ellos era el extranjero que venía de fuera. Fue complicado«.

– Del Rayo Vallecano al CD Ibiza:

«Cuando volví de Grecia tenía casi cerrado que llevara el División de Honor del Rayo Vallecano. La cantera del Rayo es una de las más importantes de España y el equipo juvenil era una perla para cualquier entrenador. Estuvimos hablando de la posibilidad de entrenar al femenino. Es una idea que tengo, la posibilidad de entrenar a un equipo profesional femenino. Me gusta mucho el fútbol femenino. Yo recibí la llamada de Sergio Tortosa, el director deportivo del CD Ibiza. Yo no lo conocía, pero yo si tengo conocimiento de hace mucho tiempo de Ricardo Ruetalo, ya que vivió mucho tiempo en Lleida. Lo conozco de hace 20 años y me hablan del proyecto. En esos momentos el equipo se había clasificado para ‘play-off’. Me parecía muy extraño que buscaban entrenador, pero me aclararon que el anterior técnico (José P. Herrera) les había comunicado que por tema de familia quería volver. Sergio me llama y estuvimos hablando diariamente durante dos semanas de fútbol. En esos momentos no le encontraba sentido volver a la Tercera División. No por despreciar la categoría, pero si puedo estar en el Rayo Vallecano que es mi casa o podía salir algo de más categoría… Pero me explicaron muy bien el proyecto y poco a poco nos fuimos ‘enamorando’ de lo que me dijeron. Al final decidimos que tenía que ir a Ibiza tres o cuatro días, conocer su proyecto y estuve hablando con mucha gente. Al final decidí venir porque creía en la apuesta, lo hice decidido. Sabiendo que era la mejor decisión«.

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