Denuncian un incremento a corto plazo de pagos en ‘dinero negro’

En el ‘Análisis y Propuesta de Reestructuración de la Segunda División B – Pro’ a la que hemos tenido acceso, los clubes que quieren formar parte de esta categoría advierten que «según las previsiones iniciales y los estudios que se van publicando, las pérdidas de ingresos en el fútbol no profesional rondarán desde un 25% hasta un 60% en función de la masa social, las medidas que se tomen y el tiempo que duren». También avisan que «la medida de jugar a puerta cerrada la próxima temporada se prorrogará hasta mínimo la mitad del campeonato».

Los clubes que están en contra de la medida que quiere implantar la RFEF de dar por finalizada la temporada regular, abogan por la implantación esta temporada de una nueva categoría, la Segunda B Pro o también conocida como Liga RFEF – PRO. Advierten que la crisis económica derivada del Coronavirus arrasará con todo y que la única manera de sobrellevar esta situación es ‘profesionalizar’ el fútbol modesto, una medida que perjudicará de forma clara a clubes históricos que esta temporada no han tenido un buen rendimiento deportivo, como puede ser el caso del Recreativo de Huelva.

Así, en el informe elaborado en el que se detalla la propuesta de reestructuración de la categoría de bronce elaborado por el Coruxo, a la que ha podido acceder esta web, detallan que «según las previsiones iniciales y los estudios que se van publicando, las pérdidas de ingresos en el fútbol no profesional rondarán desde un 25% hasta un 60% en función de la masa social, las medidas que se tomen y el tiempo que duren«.

Y es que «a medida de jugar a puerta cerrada la próxima temporada, (mínimo la mitad del campeonato), hace necesario y urgente tomar medidas de gran calado desde la temporada 2020-2021 para amortiguar el principal ingreso de muchos clubes, como son las campañas de abonos y taquillas«.

A este respecto ejemplifican con el «Castellón, el club con más abonados (más de 13.000) y afluencia de público en su estadio. La puerta cerrada, le puede suponer más de 2 millones de euros, o sea, al 65-70% de su presupuesto. Un golpe muy difícil de asumir, si no se buscan otras vías de ingresos. En el otro lado, están clubes como Leioa o Inter Madrid, que disponen de muy pocos abonados, y por lo tanto, ingresos mínimos en este concepto, pero que sobreviven de ayudas e inversores, que previsiblemente verán reducidas sus aportaciones al sufrir las consecuencias de la crisis en sus negocios«.

Según estos clubes, que luchan por la implantación exprés de una categoría en la que muchos clubes ‘descenderán’ a pesar de haber hecho logros para mantenerse, es muy probable que «las administraciones locales o autonómicas que ayudan a muchos clubes, este próximo año tengan problemas para hacerlo. Han entrado en déficit sus presupuestos para paliar la pandemia, y esto hará que sus apoyos se reduzcan o eliminen«. Sin duda un claro mensaje al Decano y el apoyo que recibe por parte del Ayuntamiento de Huelva.

Así las cosas, aportan un gráfico en el que se realiza una estimación de los ingresos de cara a la próxima temporada en la Segunda B y como se vería afectado por la crisis del Covid-19.

También advierten que «no hay que obviar que la Segunda División B es una categoría donde por desgracia hay demasiados clubes pagando a sus trabajadores una parte de su salario sin declarar. Los famosos ‘Pagos en B’ es competencia desleal entre los clubes, pero poco denunciado y perseguido, debido a que los clubes dicen utilizarlo para sobrevivir. Esta práctica, aparte de que se debería perseguir con mayor intensidad, entendemos que se va a incrementar, dado que los clubes buscaran reducir sus costes, y por desgracia esta es una las vías que se utiliza. Por ello, iremos dando pasos hacia atrás en el objetivo de profesionalizar la categoría. Cada año se va recibiendo mayores ayudas para profesionalizar, pero hay clubes que no lo destinan a este objetivo«.

Lo que obvian estos clubes es que esta medida también es utilizada en clubes con mayor poder adquisitivo, de cara a opositar a contrataciones de futbolistas de nivel superior y apostar por un mejor proyecto deportivo. Por otro lado, clubes como el Recre, en el que la propiedad es municipal, luchan en inferioridad al tener que seguir la más escrupulosa legalidad.