«Hemos rendido muy por debajo del nivel que se nos presupone»

Declaraciones de Diego Jiménez. El capitán del Recreativo indicó en Huelva TV que «el verde es el que no engaña y el rendimiento que hemos dado no ha sido bueno. Queda mirarse el ombligo cada uno y saber que ha hecho mal para no volverlas a repetir. No sé por qué no somos competitivos».

El capitán del Recreativo de Huelva, Diego Jiménez, salió a dar la cara tras la enésima derrota del equipo y que ha supuesto el descenso casi matemático a la Tercera RFEF. En declaraciones al programa ‘La Prórroga’ de Huelva TV indicó que «cuando estás en la situación que estamos es porque obviamente se han hecho muchas cosas mal. Es una realidad y aunque hemos tratado de analizarlas durante todo el año, está claro que no hemos sido capaces de detectarlas y de corregirlas. El principal problema es futbolístico a nivel individual, hemos rendido muy por debajo del nivel que se nos presupone o de lo que hemos sido capaces de demostrar que podemos hacer. Eso nos ha mermado mucho a nivel mental, nos hemos metido en una situación que ninguno esperábamos y no hemos sabido revertirla. Creo que esa es la principal causa de porque estamos en la situación que estamos«.

De la derrota ante Yeclano reconoció que «lo que nos pasó fue la tónica de esta segunda fase. Creo que es un tema mental, durante todo el año hemos recibido palos, creo que duros en situaciones de partido. Hemos perdido partidos en los que hemos competido bien y en los últimos minutos. Errores individuales por los que se nos han escapado puntos. Y en esta segunda fase, hicimos un buen partido en casa ante el Yeclano, que terminamos perdiendo en los últimos partidos y nos pasó también ante el Recreativo Granada. Y fuera de casa es la losa que venimos arrastrando todo el año, empezamos compitiendo bien y siendo superiores, pero cuando recibimos un gol o una situación complicada, nos cuesta más. No tenemos disculpas, de hecho, este domingo ante el Yeclano fuimos inferiores a ellos en la segunda parte«.

«La dinámica que llevamos ahora es devastadora. Creo que los números están ahí, en los últimos 17 partidos solo hemos conseguido dos victorias. Son unos números terribles. No podemos engañar a nadie y no podemos vender la burra a nadie. Para mí el punto de inflexión estuvo en el partido ante el Tamaraceite de la primera vuelta. Era el último partido antes del parón de Navidades. Hasta ese momento éramos un equipo que en casa competía bien y que estaba sacando los partidos, estábamos en mitad de tabla cerca de las tres primeras posiciones, que era el objetivo principal. Ese era un partido que de haberlo ganado nos habríamos puesto segundos y nos íbamos de vacaciones cumpliendo el objetivo, y consiguiendo romper la dinámica negativa fuera de casa. Pero como se dio el partido fue un palo duro, por cómo se dio. Hicimos una primera parte muy buena, con muchas ocasiones y siendo superiores al rival. Pero en la segunda parte se fue todo al traste, nos empataron y lo peor es que no supimos mantener ese empate que era un punto y hubiera sido bueno. Pero nos marcaron el segundo en el último minuto y tras esa derrota nos empezaron a entrar las dudas, y esa frustración de no ganar en casa se fue arrastrando en toda la primera fase«.

En cuanto al problema psicológico que arrastra la plantilla, Diego añadió que «la situación es la que es. El equipo mentalmente ha demostrado en esta segunda fase que cuando recibe algún golpe dentro de los partidos que hemos jugado, se ha visto afectado en el rendimiento. Cuando la confianza está por los suelos, es difícil y quizás nos habría venido bien un psicólogo, o no. Nunca lo sabremos. Pero entendemos que por las circunstancias que estaba el club, con la pandemia, era complicado el poder tener tanto personal. A principio de año se intentó, se habló, pero era imposible. El golpe de la pandemia afectó a todos los sectores, no solo el fútbol. Hubo rebaja salarial en toda la plantilla de la temporada pasada, reducciones de contrato en esta temporada y se entendió que poner la figura de un psicólogo este año en la plantilla era un gasto adicional que no se podía permitir el club. No sé qué habría pasado, el año pasado si trabajamos con él y aunque no influyó mucho, sí que nos ayudó, como el partido que sacamos en Sevilla. Hicimos mucho trabajo con él y no sabemos si haber contado ahora con él habría cambiado algo«.

Del ambiente dentro del vestuario quiso dejar claro que «habiendo pasado aquí tres entrenadores diferentes, dejando su puesto de trabajo, si el buen ambiente en la plantilla no existía lo habría dicho y no ha sido así. La realidad es que si se pudieran ver los entrenamientos, el equipo es un equipo comprometido, unido y que ha tenido buen rollo durante todo el año, y además entrena muy bien. El principal problema no es de conflicto o desunión en la plantilla. El principal problema es que dentro del campo no estamos rindiendo. Al final el fútbol es un deporte que hay once duelos dentro del campo y si el equipo es capaz de ganar diez duelos individuales, probablemente tanto ofensiva como defensivamente ganes el partido. Pero cuando individualmente no se rinde como se espera, es donde vienen los problemas. Yo, por ejemplo, si pierdo mi duelo en banda, probablemente ya estemos perdiendo el partido. El verde es el que no engaña y el rendimiento que hemos dado no ha sido bueno. Queda mirarse el ombligo cada uno y saber que ha hecho mal para no volverlas a repetir. No sé por qué no somos competitivos«.

«Una plantilla que ilusionaba al principio de temporada».

Para Diego «la plantilla era ilusionante cuando terminó por configurarse, dentro de las limitaciones que tiene el club. Nosotros no tenemos el presupuesto que pueden tener clubes como el Badajoz o el Ibiza, que van al mercado y eligen a los que quieren. Dentro de las limitaciones que teníamos, se hizo un buen grupo de futbolistas, se firmó a buenos futbolistas y todos teníamos esa ilusión de que iba a ser un buen año. Pero dentro de los factores que han podido influenciar en el rendimiento, hemos tenido lesiones de importancia en jugadores que iban a tener un peso específico, como Alberto Martín, al que considero uno de los mejores mediocentros de la categoría, y ha pasado por un calvario personal y profesional. Luego está Moha, que es un futbolista que nos puede dar muchas cosas y José Carlos, más de lo mismo. Pero está claro que al principio de temporada la plantilla era la que se buscaba, ser un equipo trabajador, humilde y currante, y se demostró en pretemporada. Pero durante el año el rendimiento no fue el que se buscaba y deseaba«.

Del papel de Carlos Pouso dijo también que «los responsables somos los que estamos en el campo y no en el banquillo. Eso se ha visto, toda la plantilla ha tenido la oportunidad, con más o menos minutos. Hemos probado sistemas diferentes, modelos de juego diferentes y ninguna ha salido. Queda demostrado que los responsables somos los 22 futbolistas de la plantilla. Carlos ha venido como todos los entrenadores, con una ilusión terrible y con muchas ganas de revertir la situación, con muchísimo trabajo e inculcando las ideas, pero se ha encontrado a un equipo que a nivel mental está muy tocado y en la que la moneda siempre cae del otro lado«.

«Estamos decepcionando a mucha gente».

Como capitán valoró el profundo malestar de la afición, reconociendo que «entendemos la frustración, enfado y cabreo de nuestra gente, es normal. Nos queda pedirles disculpas porque no hemos estado a la altura de las circunstancias. Estamos muy fastidiados, sentimos mucha empatía por la situación porque es un año atípico, ya que un alto porcentaje de la plantilla es de Huelva. Solo hay que imaginarse lo que es y el otro porcentaje, muchos estamos arraigados a lo que es Huelva y la provincia. A esta afición le ponemos ojos y caras, y en muchas ocasiones seres queridos nuestros. La sensación de culpa y de haber decepcionado a gente que te quiere es muy grande, es una de las grandes lozas que llevamos encima«.

«La situación en la que estamos nos hemos metido nosotros solos y nosotros somos los que tenemos que lidiar con ello, y apechugar con todo lo que nos venga. Quedan tres partidos, no estamos sacando los resultados, pero llevamos el escudo del Decano y deberemos defenderlo lo mejor que podamos. Sabemos que el objetivo es prácticamente imposible, es una quimera… Pero nosotros tenemos que sacar los resultados adelante por orgullo y nuestra afición«, finalizó Diego.

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