Un Recreativo reconstruido tras la demolición que dejó Gildoy

Los datos que reflejan la heroicidad (ahora sí y no antes) que ha supuesto la gestión del club decano en los últimos años. Albiazules.es ha podido acceder a la documentación correspondiente a las cuentas anuales y los informes de auditoría, en la que la firma ‘Sánchez – Mejía & Tato Auditores’ deniega su opinión ante la imposibilidad de confirmar por terceros ni realizar procedimientos alternativos para la constatación de los datos.

El próximo 9 de marzo serán llevadas a aprobación las cuentas correspondientes a los ejercicios 14/15, 15/16, 16/7 y 17/18. El trabajo de los auditores ha sido arduo y para no ejercer en responsabilidades han denegado la opinión en todos ellas, argumentándose en la imposibilidad de «obtener evidencia de auditoría que proporcione una base suficiente y adecuada para expresar una opinión de auditoría sobre estas cuentas anuales abreviadas«.

Así entre los datos más relevantes y que evidencian el caos dejado por Gildoy España en sus últimas temporadas y lo que heredó el Ayuntamiento tras la expropiación está el hecho, según los auditores, de que no existe acreditación alguna en el Registro Mercantil del desembolso de 2.196.368,49 euros correspondientes a la última ampliación de capital acordada en 2019.

Asimismo, en 2018 los auditores recibieron la comunicación indicando unas supuestas deudas del club decano con las empresas Origen World Wide SL (237.128,80 euros), Publicidad y Diseño & Co Sociedad de Capital Variable (2.112.758,21 euros) y Soon in Madrid SL (107.723,29 euros). De dichos pasivos reiteraron no tener constancia contable más allá de la comunicación. Además, remarcaron que gracias al informe de Forensic (Auditoría Forense) correspondiente al 24 de enero de 2020, se especifica que Pablo Comas está vinculado a dichas empresas y que junto a personas y entidades vinculadas a él tendrían una deuda con el Real Club Recreativo de Huelva de 1.368.513,58 euros.

Otras cantidades no constatadas a resaltar son los 1,2 millones de euros (1.287.089 euros a 30 de junio del 2018) pendientes de pago del pasivo correspondientes a gastos del personal. No existió en el momento que se auditaron las cuentas la documentación contractual que lo certificara, como también documentación sobre indemnizaciones y liquidaciones.

Dudas sobre el futuro del club.

Los auditores reflejaron que ya por entonces el club arrastraba un patrimonio negativo de 19.878.207,08 euros a 30 de junio del 2018, por lo que se generaban dudas sobre un club que había elaborado sus cuentas bajo el principio de empresa en funcionamiento.

Además, las perdidas reflejadas en cada ejercicio eran demoledoras. Así en la 14/15 se registró un déficit de -4.946.187,99 euros, en la 15/16 de -1.034.216,07 euros, en la 16/17 de -2.384.149,19 euros y en la 17/18 de -1.255.279,74 euros. En total un agujero de 9,6 millones de euros de deuda generadas y heredadas de la etapa de Gildoy.

Una empresa, Gildoy España, que recientemente ha provocado una contingencia patrimonial tras admitirse a trámite su demanda ante el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Huelva, notificado con fecha 20 de junio de 2019, en la que reclama al Recreativo la cantidad de 753.288 euros.

Incidente concursal.

Los consejeros tuvieron que afrontar recientemente un momento de gran tensión e incertidumbre, ya que un acreedor concursal planteó en 2019 un incidente concursal manifestando que se acogió en tiempo y en forma en la opción A del Convenio de Acreedores. Se trataría de una deuda de la que ya se le efectuó una quita de 39.623 euros y habría que afrontar la reclamación estimada de 19.811,5 euros.

Todo esto proviene de una «contabilidad errónea, confusa y no trazable«, tal y como detallan los auditores, aseverando que «son de especial seguimiento en el caso de saldos y operaciones vinculadas con personas y sociedades relacionadas con Gildoy España SL y el señor Pablo Comas«. Esta aseveración llega tras evaluar el informe pericial de Alcabala Auditores SLP.