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La temporada 20/21, una guillotina en lo deportivo y en lo económico

Destacan que de los 100 equipos que competirán la próxima temporada en la categoría de bronce, 60 equipos perderán la categoría, entre los descensos a Tercera y los equipos que no puedan acceder a la nueva Segunda B Pro. Se esperan subgrupos temibles si finalmente se organizan por proximidad geográfica. Asimismo, clubes como el Recre tendrán que reinventarse en el aspecto económico y temen una importante reducción del presupuesto, ante el hecho de que gran parte de la competición se disputará sin aficionados.

La próxima temporada será definitoria en la Segunda B. Si esta finalmente no tendrá descensos, para la próxima campaña y debido a la idea de implementar la Segunda B Pro en la 21/22, obligará a que la masificación de equipos existentes (competirán 100 en cinco grupos y con subgrupos, además de eliminatorias por arriba y por abajo) se vea reducida casi al máximo.

Así, el portal Iusport.com ha destacado que «la creación de esta nueva Liga hará que 60 clubes de los 100 que la próxima temporada competirán en Segunda B pierdan una categoría, ya que no podrán acceder a esa Liga de nueva creación«. Cabe recordar que esta nueva Segunda B Pro «tendrá 40 clubes, dividida en dos grupos (norte y sur) de 20 equipos para hacerla más atractiva siendo una categoría casi profesional«.

Además, no hay que olvidar que mientras los equipos que no puedan acceder a esa nueva categoría ‘perderán’ una categoría, los últimos clasificados o los que pierdan la eliminatoria por el descenso ‘perderán’ dos, ya que acabarán en una Tercera División que será la quinta categoría del fútbol español.

A falta de conocer detalles, muchos clubes temen que de cara a la próxima campaña la organización de los subgrupos se atienda a proximidad geográfica. Ello puede dejar al Recre, por ejemplo, en un mismo grupo contra equipos como el Badajoz, Córdoba, Marbella, San Fernando… El más difícil todavía en una nueva categoría donde penalizará y mucho cualquier fallo, al haber menos partidos y en el que primará la capacidad económica.

No será lo mismo un equipo que pueda sustentar un propietario privado de su propio bolsillo, que un club como el Recre que cuya propiedad es municipal y depende en gran medida de su afición. Si finalmente gran parte de la próxima temporada se juega sin público, ello afectará de gran manera al presupuesto, al verse reducido de manera inexorable al no disponer los equipos de taquillas y de muchos abonados, ya que por muy atractiva que sea la rebaja que se plantee, la crisis económica dejará una importante secuela.

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