«Entiendo la exigencia que hay, pero no las prisas»

Abel se sincera sobre su peor momento: «Fueron semanas difíciles, me dolió que mi hija no pudiera ir al campo por las cosas que podría escuchar detrás del banquillo». Si finalmente el equipo juega los ‘play-off’ de ascenso, tiene claro que no será un fracaso, ya que «iríamos con las máximas garantías. No puede ser que un equipo se meta y lo celebre, y que a nosotros nos parezca que vamos a ir a un entierro.

Abel Gómez se sinceró sobre sus semanas más complicadas en el Recre. En las primeras jornadas el técnico albiazul estuvo cuestionado y el partido ante El Ejido pudo suponer su cese si el equipo hubiera caído derrotado. Sobre ello habló en el programa ‘La Prórroga’ de Huelva TV, asegurando que «fueron semanas difíciles. Soy sincero y reconozco que fueron semanas complicadas en ese sentido. Quizás lo que más me dolió es que mi hija no pudiera ir al campo. A mí lo que me dolió más, por las cosas que tenía que escuchar detrás del banquillo. Que tengas a tu hija, que viene con toda la ilusión del mundo a Huelva y nada más llegar, el día de la presentación, vivir lo que vivió y le encantó, lo primero que quiso fue la camiseta del Recre y en esas jornadas que no pudiera ir al campo por el hecho de todas esas cosas que se escuchaban. Sin duda fue lo que más me dolió y aparte no fueron semanas fáciles. Pero me considero una persona que ha afrontado retos en mi carrera, tanto como jugador como ahora entrenador, he confiado mucho en mi trabajo y he confiado en el día a día, tratando de aislarme de lo demás. En ese aspecto hemos intentado que el equipo mejorara y a la vista está que en las siguientes jornadas el equipo ha hecho un número de puntos importantes».

No dudó en decir que «yo entiendo la exigencia que hay en la afición, pero lo que no entendía son las prisas. Es verdad que en ese inicio de liga se habían perdido dos, pero no eran unos resultados como haber perdido cinco partidos seguidos… Al final, la magnitud del club es la que es, la presión es la que es y la exigencia es la que es. Como ya dije, el ascenso no se iba a conseguir en septiembre, sino que se necesita de un proceso y seguir trabajando en la misma línea, y en ese sentido es lo que hemos intentado».

El granadino recordó que «hubo un descenso hace dos años que hizo mucho daño y los que hemos intentado asumir este reto, como la gente que hemos llegado al cuerpo técnico, queremos devolver al club donde se merece o cerca de donde se merece. Quizás nosotros hemos pagado ese doble descenso de hace dos años y esa exigencia o prisas. Pero entre todos es momento de estar unidos».

También explicó que «es lógico que haya que pedir paciencia. El equipo viene de la Tercera RFEF, es un acenso y hay que contar que somos un recién ascendido, y que viene un entrenador nuevo, y que queramos o no se necesita de un proceso de adaptación. Es cierto que hay que intentar acortarlo lo máximo posible para que los resultados estén lo antes posible y hemos tenido que pagar un peaje de tres o cuatro partidos, que nos costó un poco más. Y luego el equipo ha ido creciendo y acercándose a lo que queremos que sea como equipo para poder competir contra los mejores».

Jugar los ‘play-off’ no puede ser un fracaso

Abel también habló de la importancia de jugar los ‘play-off’ de ascenso, asegurando que «aquí la gente le tiene mucho miedo a los ‘play-off’, pero también por la experiencia que han vivido recientemente. Yo como jugador he tenido la suerte de ascender en ‘play-off’. Aquí todo el mundo quiere ascender como primero y ojalá que podamos conseguirlo. Pero si al final la puntuación no nos da, no puede ser un fracaso porque iríamos a un ‘play-off’ con las máximas garantías. No puede ser que un equipo se meta en ‘play-off’ y lo celebre, y que a nosotros nos parezca que vamos a ir a un entierro. Tenemos que ir con las máximas garantías».

En cuanto a la dificultad de poder alcanzar la primera plaza, ocupada por el Antequera, explicó que «por situación y puntuación, se acerca a lo que más o menos se preveía en los números que podía estar el ascenso, o pelear por ello. Hoy por hoy tenemos a un rival por delante, el Antequera, que está concediendo muy poco. En esta temporada nadie contaba con ellos y están demostrando que son un gran equipo, y que están a un gran nivel. Tenemos que centrarnos en nosotros, en sacar el máximo número de puntos posible para intentar apretar y pelear por ello. Y al final de temporada, si no lo conseguimos, habrá que darles la enhorabuena. Es verdad que están en unos números, sacando al Córdoba del año pasado, el resto de ascensos estaba por esos números. Me refiero a 62, 65 o 66 puntos, que yo creo que es lo que hay que conseguir. Pero claro, nos hemos encontrado a un Antequera que está intratable este año».

Por último, analizó la derrota ante el Juventud Torremolinos de final del año, asegurando que «fue un palo para todos. Es verdad que no estuvimos bien, a pesar de que en la segunda parte intentamos remontar. Nos tiene que servir de aprendizaje, ya que a lo largo de la temporada se van a tener accidentes de ese tipo. Aunque no lo hemos hecho público, ese día iban seis o siete futbolistas malos en el autobús. Yo mismo iba ese día con fiebre, pero al final eso no es excusa. Se dieron los condicionantes que se dieron, no estuvimos bien y nada, solo queda mejorar».

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