El acta confirma un arbitraje cargado de decisiones polémicas

El Recreativo de Huelva volvió a verse perjudicado por un arbitraje polémico en su visita al Marbella, donde el colegiado Aleksandar Ivaylov Angelov Borisov firmó una actuación cargada de decisiones discutibles que condicionaron claramente el encuentro. Un gol en fuera de juego, tres expulsiones a jugadores albiazules, además de la del técnico Raúl Galbarro y miembros del cuerpo técnico, provocaron una sensación generalizada de impotencia en el Decano.

Aunque no justifica la calamitosa temporada, otra vez el Recreativo de Huelva volvió a verse condicionado por decisiones arbitrales polémicas, que en esta ocasión marcaron el desarrollo de su partido ante el Marbella. Así, el colegiado Aleksandar Ivaylov Angelov Borisov, árbitro búlgaro adscrito al comité balear, fue protagonista negativo con una actuación que dejó más sombras que aciertos.

La acción más determinante del choque llegó con el tanto del empate local, obra de Marcos Olguín, que fue concedido pese a que el delantero del Marbella partía desde una clara posición de fuera de juego. Una decisión que desató la indignación en el banquillo albiazul y que terminó por sacar del partido a un equipo que ya acumulaba decisiones adversas desde los primeros compases.

Apenas transcurrida media hora de juego, el Recreativo se quedó con un hombre menos tras la expulsión de Dani Romero, que vio la segunda amarilla en el minuto 31 tras frenar un ataque rival. Una acción sin especial dureza que fue sancionada con excesivo celo por parte del colegiado, dejando al Decano en inferioridad durante una hora de partido.

La tensión fue creciendo con el paso de los minutos y tuvo su punto álgido cuando Guille Centurión fue expulsado por protestar desde el banquillo. Es la tercera vez que el guardameta argentino ve la roja desde que viste la camiseta recreativista. En ese mismo contexto de crispación, el médico del equipo, Pedro Agustín, también fue expulsado en el descanso por mostrar su enfado al asistente.

Lejos de apaciguarse la situación, el segundo tiempo trajo más decisiones que perjudicaron al conjunto onubense. En el minuto 68, Rubén Serrano fue expulsado con roja directa por una entrada que el árbitro interpretó como ocasión manifiesta de gol, dejando al Decano con solo nueve jugadores sobre el terreno de juego. Minutos después, el entrenador recreativista Raúl Galbarro también fue enviado al vestuario por protestar, llegando incluso, según el acta, a continuar dando indicaciones desde fuera del banquillo tras su expulsión.

Además, el colegiado también reflejó incidentes en la zona de vestuarios tras el final del encuentro, con gritos y golpes procedentes del lado recreativista, una muestra más del nivel de frustración acumulado por un arbitraje que dejó al Decano en clara desventaja y con una sensación de impotencia difícil de digerir.

Una vez más, el Recreativo no solo tuvo que enfrentarse a su rival en el campo, sino también a un criterio arbitral desconcertante que terminó influyendo decisivamente en el devenir del encuentro.

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