El Nuevo Colombino se convierte en altavoz del descontento de una afición que ya no confía en la salvación ni en su equipo y sus dirigentes. Con un Recre bajo mínimos y un Mérida jugándose el ‘play-off’, el partido se presenta como un reflejo del abismo al que se asoma el Decano.

Se va acabando la temporada y el recreativismo asiste con resignación a un final que parecía escrito desde hace semanas. Este sábado, a partir de las 19.00 horas, el Nuevo Colombino acoge un nuevo episodio de este descenso anunciado. El Recreativo de Huelva recibe a un Mérida que se juega la vida en su lucha por entrar en el ‘play-off’ de ascenso, mientras que el Decano lo hace con la mirada fija en el abismo de la Segunda Federación. Lo que debería ser un partido de fútbol será, en realidad, un escenario de protesta y desencanto.
Porque más allá del terreno de juego, el ruido no cesa. La semana ha vuelto a estar marcada por los temas extradeportivos, con polémicas como la foto en la Maestranza, las declaraciones del presidente a las peñas o los rumores sobre la venta del club y el futuro propietario. Todo eso ha ido erosionando aún más la ya frágil estructura institucional de un Recreativo que va camino de la cuarta categoría como quien se desliza por una pendiente sin frenos.
Y mientras tanto, la afición prepara su respuesta. No será una tarde cualquiera. Muchos acudirán al estadio más por necesidad de expresarse que por ilusión ante lo que puedan ver sobre el césped. Se espera un ambiente reivindicativo, donde los cánticos no irán tanto dirigidos al rival como a quienes han firmado una de las campañas más decepcionantes que se recuerdan. Porque el problema no es solo bajar, es la forma en que se cae.
Un Mérida con objetivos ambiciosos
Enfrente estará un Mérida que llega con el cuchillo entre los dientes. Los extremeños, dirigidos por Sergi Guilló, necesitan ganar para seguir soñando con pelear el ascenso. El técnico catalán vive su segunda experiencia como primer entrenador tras dejar buenas sensaciones en Orihuela, donde ya saboreó un ‘play-off’ a Primera RFEF.
Sobre el césped del Colombino saltará un equipo peligroso, liderado por una dupla ofensiva demoledora. Eslava y Liberto suman 24 goles entre ambos (12 por cabeza), y son el gran argumento ofensivo del conjunto romano. A ellos se suman piezas importantes como Doncel, Beneit, Busi, Eliseo Falcón o el exrecreativista Manolo Bonaque, además de los refuerzos invernales Nil, Carvalho, Nabian y Edu, llegados desde clubes de renombre como el Nàstic, el Espanyol B, el Empoli o el filial del Barça.
En el historial de enfrentamientos entre ambos clubes se han registrado once partidos, con tres victorias del Decano, dos del Mérida y seis empates. En el Colombino, los albiazules han ganado dos veces y han empatado tres. El precedente más reciente, la pasada campaña, dejó una goleada local por 3-0 con tantos de Antonio Domínguez, Caye Quintana y Alberto Trapero.
Un equipo bajo mínimos
Por parte albiazul, el encuentro llega condicionado por las múltiples bajas, muchas de ellas derivadas del bochornoso final en Marbella. El técnico Raúl Galbarro ha sido sancionado con tres partidos, y tampoco estarán Centurión, Rubén Serrano, Zelu ni Dani Romero, todos ellos expulsados. A eso se suman las bajas de última hora de Caye Quintana, Alberto López y Sebastien Pineau, más las dudas físicas de Malam Camará, Rafa Gálvez y Juanpi, cuya disponibilidad aún está por determinar.
Con lo justo, el Recre tratará de plantar cara con los recursos disponibles. Rubén Gálvez apunta a ser el elegido bajo palos. En defensa, Dani Perejón, Carlos Becken, Raúl Navas y Davinchi forman la línea más probable. El centro del campo estará liderado por Alberto Vela, Del Pozo y Luis Alcalde, con Antonio Domínguez y Paolo en las bandas. Arriba, Sergi Armero o el canterano Juan Almeida será quien cargue con la responsabilidad del gol en un ataque muy necesitado de acierto y orgullo.
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