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El escándalo iniciado en Lleida alerta al resto de equipos en Segunda B

El club catalán y su presidente habrían sido denunciados por no dar de alta en la Seguridad Social a sus jugadores y técnico. En diciembre del año pasado los clubes de la categoría de bronce recibieron las ayudas de la CSD, correspondientes a las cuotas de Régimen general en concepto de cuota empresarial y cuota de los trabajadores. Algunos clubes con presupuestos y plantillas poderosas en lo económico reclamaron cantidades a todas luces ilógicas y que podrían servir para alertar la justicia.

El panorama en Segunda B en materia de fichajes y gasto en plantillas podría cambiar radicalmente. Así, la emisora ‘Lleida Radio’ ha informado que el juzgado número 2 de la localidad catalana ha admitido a trámite una denuncia de la Seguridad Social contra el Lleida Esportiu y su presidente, Albert Esteve, por no dar de alta a un total de 20 jugadores y tres técnicos. Así, el citado medio ha destacado que «el club habría dado de alta en 67 personas pero sin ajustarse a las horas trabajadas. En total, estos impagos superarían los 250.000 euros«.

Una denuncia que habría sido interpuesta el pasado 20 de enero y que se habría traducido en una querella de la Fiscalía de Lleida al presidente del Lleida Esportiu, Albert Esteve, por un presunto delito contra la Hacienda Pública, como así han destacado en la citada emisora.

Una circunstancia que no sorprendería por desgracia. En los mentideros futbolísticos siempre se ha hablado de clubes que convencen a futbolistas con el pago en ‘B’. También es verdad que hay clubes que no pueden dar de alta sus jugadores por motivos de supervivencia, dada su delicada económica.

En una reunión celebrada en el mes de noviembre en la sede de la RFEF con motivo de la presentación del programa Impulsa 123, un conocido técnico de un club de Tercera División explicara que «la realidad de todos los que estamos aquí la mayoría no estamos cumpliendo con las obligaciones de la Seguridad Social porque estamos pagando más de 250 euros. En una inspección de trabajo, que estamos sufriendo por amenazas de futbolistas que se quieren ir cuando le da la gana y que evidentemente al no estar dados de alta en la Seguridad Social como el 90% de los que estamos aquí. Si yo facilito el control económico de lo que pago de nóminas entre comillas y eso lo descubre Hacienda, Seguridad Social o quién sea, tengo un problema«.

Al margen del futuro control económico de la RFEF, el sistema de ayudas a la Seguridad Social impulsado por el Consejo Superior de Deportes con el que los clubes cubren la cuota patronal y de los trabajadores podría haber servido de ‘chivato’ para que Hacienda y Seguridad Social comprobaran cantidades ilógicas para clubes con presupuestos altos y plantillas repletas de jugadores ‘top’ de la categoría.

Mientras que el Recreativo de Huelva (club modelo que tiene a todos sus jugadores y técnicos dados de alta) recibirá una ayuda total de 360.032,61 euros correspondientes a las temporadas 2017/2018 y 2018/209, el Lleida solo recibirá un total de 3.709,18 euros correspondientes a esas dos campañas, algo que podría haber servido de alerta.

Otros clubes de la Segunda B están en una situación similar en cuanto a las ayudas que recibirían, por lo que deberán justificarlo llegado el caso si existe algún tipo de control o inspección de trabajo. No en vano hay equipos cuya devolución es menor a la del Recreativo y es de sobra conocido que su presupuesto deportivo es superior al de los albiazules, ya que han habido futbolistas que han preferido las ofertas de dichos equipos.

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