Jero Lario iguala la media histórica del arco albiazul con siete goles en siete jornadas

El arranque del arquero murciano, calcado al de Marc Martínez en 2017 y al de Rubén Gálvez en sus primeros años.

Llegó a Huelva con la etiqueta de portero experimentado y solvente, tras destacar en categorías superiores con equipos como el Antequera. Sin embargo, el inicio de curso de Jero Lario está lejos de colmar las expectativas que despertó su fichaje por el Recreativo de Huelva.

El guardameta murciano, titular indiscutible para Pedro Morilla, ha recibido siete goles en las siete primeras jornadas de Liga, un dato que ha encendido el debate entre los aficionados más exigentes del Nuevo Colombino. El recuerdo de Rubén Gálvez, el eterno capitán y portero de la casa, está muy presente, y la comparación entre ambos se ha hecho inevitable.

Los números, al menos en este arranque, no son tan distintos a los de otras temporadas tras el descenso del equipo a Segunda B. En el pasado curso 2024/25, el propio Rubén Gálvez encajó doce goles en sus siete primeros partidos en una campaña que acabó con el Recre descendiendo desde la Primera Federación. Un año antes, el de Aracena había firmado un inicio mucho más sólido, recibiendo solo seis goles y contribuyendo a que el equipo terminara sexto en la clasificación.

Si se mira más atrás, en la 2022/23 —año del ascenso desde Segunda RFEF—, Rubén recibió diez tantos en ese mismo tramo, mientras que en la 2021/22, en Tercera RFEF, su rendimiento fue excepcional, con solo cuatro goles encajados y el título de campeón asegurado. Antes que él, guardametas como Nauzet Pérez o Marc Martínez también dejaron su sello: el primero arrancó con cinco goles recibidos en la 2020/21 (temporada del doble descenso) y seis en la 2019/20, mientras que Marc, uno de los grandes referentes recientes, empezó la 2018/19 —año en que el Recre fue primero— con cinco tantos en contra, aunque en la anterior 2017/18 había sufrido más, con siete goles en el mismo periodo.

Incluso si retrocedemos una década, los registros de Rubén Gálvez en sus primeros años como titular fueron parecidos: siete goles en las siete primeras jornadas tanto en la 2016/17 como en la 2015/16, temporadas en las que el equipo navegaba en la zona media de Segunda B. En definitiva, el dato de Jero —siete goles en siete jornadas— no es una anomalía histórica, pero sí un reflejo de un arranque irregular de un equipo que aspira a mucho más.

El debate, en cualquier caso, va más allá de la estadística. Parte del recreativismo echa de menos la seguridad y el liderazgo que transmitía Rubén bajo los palos. A Jero, en cambio, se le exige que dé un paso al frente, que muestre más determinación en los balones divididos y que aporte la confianza que un portero del Decano debe transmitir.

En el club, sin embargo, se mantiene la calma. El cuerpo técnico confía plenamente en el meta murciano, recordando que no todos los goles son responsabilidad directa del portero y que el sistema defensivo aún está en fase de ajuste. Desde dentro se subraya su profesionalidad y su implicación diaria, convencidos de que los resultados acabarán dándole la razón.

El tiempo dirá si Jero Lario logra revertir las críticas y convertirlas en aplausos, pero una cosa está clara: el arco albiazul siempre ha sido un espejo del estado anímico del Recre, y hoy, más que nunca, el murciano tiene ante sí el desafío de devolver la tranquilidad a la portería del Decano.

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