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La otra mirada del Algeciras-Recre por Manuel Obel

Seth, en una imagen de archivo.

Desastre en Algeciras. Diría que el fracaso de un proyecto. Y no toda la culpa tenemos que centrarla en Claudio Barragán, como he venido observando en Redes Sociales. Evidentemente es el máximo responsable a nivel deportivo, pero esto es una cadena donde en cada parcela tienen que asumir su cuota de responsabilidad. No voy a ser yo el que defienda la labor del técnico. De hecho, tirando de hemeroteca, se pueden ver mis manifestaciones allá por el mes de junio cuando se alcanzó el acuerdo de su renovación, en el que manifestaba mi contrariedad a dicha decisión. E incluso di a conocer mis intenciones mucho antes, cuando se empezó a rumorear que Claudio era el elegido.

Pero refiriéndome a lo anteriormente dicho en cuanto a la cuota de responsabilidad de cada área del club, me hago una serie de preguntas en las que creo que las respuestas caen por su propio peso. Como he dicho anteriormente, el entrenador es el principal responsable -que no el único en la situación deportiva actual-, ¿pero acaso no tiene responsabilidad el que propone su nombre sobre la mesa para que sea nombrado ‘capitán’ del barco? Y a su vez, ¿no tiene responsabilidad el que propone a la figura del secretario técnico para que este confeccione la plantilla y el entrenador? ¿Y qué me dicen de los jugadores? Porque al fin y al cabo son ellos los que juegan y siempre se ha dicho que el fútbol es de los futbolistas. ¿Ven ustedes normal el primer gol del Algeciras este domingo, en el que el equipo contrario se lleva cinco minutos jugando en nuestra área hasta que al final consiguen lograr el gol? ¿No vieron ustedes falta de sangre y de testiculina para poder sacar la pelota de la zona de peligro y así evitar el gol encajado?

En fin, todos los estamentos del club tienen su cuota de responsabilidad al respecto y deben actuar en consecuencia a las mismas. El primer paso debe de ser el cese fulminante del entrenador, algo que ya es un hecho. Tenía que haber llegado mucho antes y aún comprendiendo la difícil situación económica que atraviesa la entidad, creo que el no quedar entre los tres primeros puede ser mucho más perjudicial a la larga que finiquitar a Claudio Barragán. Lo siguiente debe llegar al finalizar la temporada, en el que habrá que analizar la situación y la propiedad deberá aportar soluciones de verdad, porque a la vista de los resultados este modelo de gestión está ya agotado y se necesita un cambio. Lo que no funciona hay que cambiarlo, ni más ni menos. E insisto, me refiero a modelo de gestión.

Por otro lado, no me gustaría dejar de resaltar el feo de gesto del jugador Yaimil Medina respondiendo por una red social a un aficionado, que simplemente dio su opinión sobre el partido de ayer. La afición de este club es sagrada y no se toca. No voy a volver a recordar lo que esta ya ha hecho por su club. Es la única que tiene sentimientos en este asunto y a la que más le duele el escudo y la entidad. Creo que este jugador no sabe en el sitio que está y las vicisitudes que ha tenido que pasar la afición y el propio club para poder ofrecerle un sueldo a final de mes a él y a todos sus compañeros.

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