El joven portero de La Palma del Condado vivió un partido inolvidable con el Recreativo de Huelva en el triunfo ante La Unión Atlético. Su actuación transmitió tranquilidad y solidez, fruto del trabajo, la fe y la madurez que ha ido adquiriendo desde su regreso al Decano.
David Gil Muñoz ya puede decir que ha cumplido uno de sus sueños: debutar con el primer equipo del Recreativo de Huelva. El joven guardameta palmerino, de 21 años -cumplirá 22 en diciembre-, fue titular en el triunfo del Decano ante La Unión Atlético y su estreno no pudo tener mejor desenlace. «Estoy muy contento. Primero por los tres puntos, porque al final nos desahoga un poco tras esa semana en la que no habíamos conseguido lo que queríamos, que era la victoria, y personalmente me encuentro muy bien porque ha sido el debut soñado y no le puedo poner un, pero a la situación», relató el onubense en La Jugada de Canal Sur Radio Huelva.
Formado en el Siempre Alegres de su localidad natal, David Gil llegó al Recre con solo 15 años y ha ido creciendo paso a paso en su trayectoria. Tras su paso por el Alavés (una temporada) y el Sevilla (dos temporadas), donde maduró en el fútbol nacional, regresó este verano al club de sus orígenes para ponerse bajo las órdenes de Pedro Morilla. El destino quiso que su oportunidad llegara en Totana, tras la lesión de Jero Lario, y el meta respondió con serenidad, reflejos y una gran seguridad en todas sus intervenciones.
El debut, además, tuvo un componente muy especial para el portero condal: «Estuvieron mis padres, mi hermano y mi novia. Se pegaron un buen viaje y después de tantos años acompañándome, con mucho sufrimiento en algunos momentos, era un motivo de felicidad para ellos y quisieron estar presentes».
David conoció su titularidad apenas unas horas antes del partido. «Me enteré ayer, cuando el míster dio la alineación. Si es verdad que Jero arrastraba unas molestias a lo largo de la semana, pero oficialmente me enteré de que iba a jugar cuando el entrenador dio el once. A lo largo de la semana los compañeros me ayudaron muchísimo, también Manu Fernández, el portero del filial, que está a diario con nosotros y que también merecía una oportunidad».
En cuanto a su estilo y lo que aporta al grupo, el palmerino lo tiene claro: «Lo que aporto al equipo es trabajo. Concienciarte de que has trabajado para ese momento y que el trabajo da sus frutos. Por mi manera de ser y lo que me han inculcado, me encomiendo a Dios, y con esa fe y esperanza de que todo va a ir bien, es lo que me genera la tranquilidad que puedo transmitir en el campo».
Con la humildad por bandera
El encuentro ante La Unión Atlético se disputó sobre un terreno en muy mal estado, algo que David restó importancia con una madurez impropia de su edad. «El campo no estaba en las mejores condiciones, pero lo habíamos trabajado durante la semana. Tocó competir como si fuera una guerra. Son partidos típicos de esta categoría, donde hay que sacar el carácter y adaptarse. No es excusa, el campo estaba igual para los dos equipos y competimos para sacar los tres puntos».
El guardameta reconoce que este tipo de escenarios forman parte de la realidad de la Segunda RFEF: «Por suerte o por desgracia, la categoría tiene algunos campos buenos y otros más humildes. Hay que adaptarse y competir, eso lo estamos entendiendo bien gracias al cuerpo técnico».
Cuestionado sobre si se ve titular el próximo domingo, fue cauto y respetuoso: «Eso es cosa del míster. Jero está trabajando muy bien y ha tenido estos problemillas físicos, pero estamos los tres porteros a buen nivel. Solo queda seguir trabajando porque el esfuerzo siempre da sus frutos».
Con humildad, fe y un trabajo constante, David Gil ha firmado un debut que confirma el gran futuro que tiene por delante en el Recreativo de Huelva.
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