El eterno 'capi', Manuel Pedraza, encarnará al Rey Mago Melchor

El Ayuntamiento de Huelva ha confirmado los tres onubenses que encarnarán este año a sus Majestades los tres Reyes Magos de Oriente.

El exfutbolista Manolo Pedraza, el maestro Juan González Caballero y el periodista Nacho Molina, encarnarán este año, respectivamente, a sus Majestades los tres Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, según ha anunciado este miércoles el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que ha denominado a estos tres onubenses "embajadores de la ilusión en una de las tradiciones más hermosas del año, inmejorable para poner el broche de oro a esta Navidad tan especial en la que Huelva se ha convertido en la Luz del Sur".

Según ha indicado el Ayuntamiento en una nota de prensa, como cada año, sus Majestades irán precedidas de la Estrella de la Ilusión que este año encarnará Pepa Jiménez, funcionaria del Ayuntamiento de Huelva, que lleva años trabajando en el Área de Políticas Sociales.

De este modo, Manolo Pedraza es una leyenda dentro del recreativismo. Capitán del Decano durante su etapa como futbolista en los años 90, es considerado uno de los emblemas del club a nivel profesional, deportivo y sobre todo humano. Fue en la cantera del Decano donde se formó como deportista y estuvo durante temporadas vistiendo la camiseta albiazul, convirtiéndose en uno de los mejores ejemplos de fidelidad y amor al Recreativo de su historia. Tras su etapa como futbolista ha seguido vinculado al club, desempeñando funciones como jefe de taquillas/abonados, además de delegado del equipo.

Ejemplo de fidelidad a unos colores

En un mundo tan mercantilizado como este parece que la fidelidad a unos colores por encima de la categoría o los salarios está en peligro de extinción. Muy lejos queda ese Recre que bajó por primera vez a la Segunda B en la temporada 1989/1990. Para su debut en la categoría de bronce el Decano pudo contar en su plantilla con jugadores como Luzardo, Alzugaray, Quico, Maraver, Cumbreño, Vicente Fuensalida, Quino o un Pedreza que se convirtió en ejemplo de fidelidad a los colores. Estos jugadores asumieron el reto de intentar devolver al Decano a la Segunda División A, tras haber fracaso el año anterior. Un objetivo por el que hubo que esperar hasta la campaña 1997/1998, en una plantilla en la que solo continuaba como 'superviviente' del descenso el gran capitán, el bueno de Manolo Pedraza.

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