William Alexander Mackay, el doctor que forjó los cimientos del Decano

Se cumplen 165 años del nacimiento del presidente más longevo del Recreativo de Huelva, un visionario que dejó una huella imborrable en el club y en la sociedad onubense.

Este 10 de julio se conmemora el 165 aniversario del nacimiento de William Alexander Mackay, el hombre que no solo fue una de las figuras fundacionales del Real Club Recreativo de Huelva, sino que lo presidió durante 28 años consecutivos, entre 1896 y 1924. Un auténtico referente del Decano y del deporte en España, que con mano firme –Manu Forti, como reza el lema de su clan escocés- guió los primeros pasos del club más antiguo del país.

Nacido en Lybster, Escocia, Mackay llegó a Huelva como médico de la Rio Tinto Company Limited y rápidamente se convirtió en un pilar en la vida social y cultural de la ciudad. Fue el gran impulsor del fútbol como herramienta de salud y recreo, canalizando esa idea en la creación del Huelva Recreation Club en 1889. Como presidente, lideró una profunda reorganización del club, sentó las bases de la cantera recreativista y puso en marcha iniciativas pioneras como la Copa Seamen’s, en honor a los marineros de los buques ingleses que recalaban en el puerto onubense.

Un legado que transformó la historia del fútbol andaluz

Durante su dilatada presidencia, Mackay no se conformó con promover el fútbol en Huelva. En 1906 y 1907, envió al club a competir en los primeros Campeonatos de España en Madrid, abriendo camino a otros clubes andaluces. En 1909 fue más allá y organizó el primer Campeonato de Andalucía y Extremadura de Foot-ball, donando personalmente la Copa de Plata al equipo campeón. Ese mismo año, el Recre estrenó sus históricas equipaciones albiazules, otro gesto visionario que selló la identidad del club para siempre.

Fue también él quien en 1915 solicitó al rey Alfonso XIII que aceptara la presidencia honoraria del club, título que el monarca concedió con orgullo. Así, el Recre pasó oficialmente a llamarse Real Club Recreativo de Huelva, incorporando el escudo real que aún luce en la actualidad.

Una figura clave también para la ciudad de Huelva

Más allá de su aportación al fútbol, William Mackay se convirtió en un onubense de corazón. Fue nombrado Hijo Adoptivo de Huelva, y en 1923 se rotuló con su nombre y el del también doctor McDonald una calle del centro de la ciudad. Su vida estuvo marcada por la tragedia personal -perdió a su esposa y a seis de sus hijos en apenas seis años-, pero nunca abandonó Huelva. Aquí encontró su propósito, su gente y su legado.

Su capacidad de resiliencia, su espíritu de superación y su amor por esta tierra lo convierten en uno de los grandes referentes recreativistas de todos los tiempos. Una figura que permanece viva en la historia, en los valores del club y en la memoria de todos los que sienten pasión por el Decano.

Gracias a trabajos como Humilde Grandeza, hoy podemos conocer mejor la historia de quien fue el gran impulsor y pionero del fútbol en España. Su lema, Manu Forti, sigue latiendo en el corazón de cada recreativista.

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