Pablo Évora y el espejo de David Alfonso: cuando la necesidad obliga a la reconversión

El joven canterano del Recreativo, habitual en posiciones ofensivas, se ha reciclado como lateral zurdo ante las bajas en la pretemporada del primer equipo. Su caso recuerda al de David Alfonso, otro producto de la cantera que supo adaptarse desde el ataque a la defensa para ganarse un sitio.

En el fútbol, adaptarse no es una opción, es una necesidad. Que se lo digan a Pablo Évora, una de las perlas de la cantera del Recreativo de Huelva, que está viviendo un cambio de registro tan inesperado como prometedor. Acostumbrado a jugar con libertad en posiciones ofensivas, el jugador onubense ha tenido que enfundarse el mono de trabajo para actuar como lateral zurdo en la pretemporada del Recreativo de Huelva, una posición que no es la suya, pero que, por circunstancias, está aprendiendo a hacer suya.

Las lesiones de compañeros como Alberto López y Dani Romero -ambos sí laterales naturales- han abierto una puerta que Évora ha decidido no cerrar. Con humildad y predisposición, se ha colocado en la banda izquierda con una mentalidad de equipo y dejando atrás los galones de atacante para responder a las exigencias del grupo.

Esta reconversión no es nueva en clave recreativista. El caso de David Alfonso sigue muy presente entre los que conocen bien la cantera albiazul. También él comenzó como extremo, destacando por su verticalidad y desborde, lo que le llevó incluso a recalar en la Masía del FC Barcelona. A su regreso a Huelva, el contexto de necesidad y una temporada dura -la del doble descenso por la reestructuración de categorías- lo llevó a consolidarse como lateral izquierdo. Alfonso supo leer el momento y convertir la dificultad en oportunidad.

Pablo Évora está ahora en ese punto de inflexión. Tiene talento, juventud y ganas. Pero, sobre todo, inteligencia para entender que el fútbol moderno premia al jugador polivalente, al que se adapta sin poner excusas. Su compromiso con el Decano y su respuesta en el campo, ocupando una demarcación desconocida, hablan muy bien del tipo de futbolista que es y quiere llegar a ser.

La temporada es larga y los caminos del fútbol, imprevisibles. Deberá volver al filial o quién sabe si tendrá la oportunidad. Quizás en unos meses Évora recupere su rol natural más cerca del área rival. O quizá descubra que en la retaguardia también puede construir una carrera. De momento, lo que ha demostrado es que está preparado para aprovechar la oportunidad, sea en el lugar del campo que sea.

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