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«Si mi padre no se hubiera jugado su patrimonio, el Recre hoy no existiría»

Hay apellidos que son especiales y solo nombrarlos suenan a Recre. Los Zambrano han sido, son y siempre serán leyenda en el Real Club Recreativo de Huelva. Por todo lo que significan y han hecho Manolo y Antonio, Antonio y Manolo. Y no falta futuro a un apellido que ha sido historia en el club.

En este caso, Ale Zambrano, hijo de Manolo Zambrano, continúa con su prolífica carrera como futbolista a pesar de las lesiones que tantos problemas le han dado, en esta última ocasión la clavícula. El onubense, mientras termina de dilucidar su futuro, repasó en una extensa entrevista, en la cuenta de Instagram ‘Hooligans del Var’, su carrera y su paso por el Decano en dos ocasiones.

Sobre sus raíces albiazules, no dudó en remarcar que «mi padre ha sido todo en el Recreativo. Ha sido jugador, ha sido presidente y ha sido entrenador en Primera. Desde la cuna he mamado el fútbol y tengo la sangre blanca y azul».

A este respecto, centró la conversación en la figura de su padre, Manolo Zambrano y todo lo que ha hecho por el Decano. En su etapa como presidente tuvo que sufrir muchas críticas de gente, que según él, no estaba bien informada.

«Esto nadie lo sabe. El día que mi padre va a ser presidente del Recre, él me preguntó a mí y me dijo: «Alejandro, me han ofrecido ser presidente, ¿cómo lo ves?» Esto lo pregunta porque sabía a qué a mí me podía afectar, de una manera u otra. Y yo le dije que hiciera lo que quisiera y que no se preocupara por mí. Yo sabía que a mí me iba a repercutir. Por desgracia es así la sociedad. Yo le dije: «Haz lo que tú quieras, si tú crees que tienes que hacerlo e ir hacia adelante, coge el club». Él entró con la mejor intención, para intentar sanearlo sin cobrar absolutamente nada. Normalmente, los presidentes de otros clubes tienen un sueldo, pero él no cobró absolutamente nada. Él estuvo en el Recre porque quiere al club, quiere a Huelva y porque lo quería salvar. Se veía en condiciones de poder salvarlo. Pero con el paso del tiempo le salieron muchos enemigos porque al final tienes que limpiar muchas cosas. Si no lo hacía, al final el club caía», aseguró.

Según Ale, tuvo que sufrir críticas malintencionadas en su etapa como jugador, cuando su padre llegó al cargo. Gente que no valoraba su aportación y solo miraba sus lazos familiares. Sobre ello remarcó que «él estaba en el palco y yo en el campo, ya se puede imaginar la gente muchas cosas». Además, advirtió que «pasaron muchas cosas que la gente no sabe. Mi padre se jugó su patrimonio y el de su familia firmando cada documento que llega al club. Él se juega su patrimonio… Su casa, su coche, todo. Se lo juega en cada firma que pone y eso creo que nadie lo sabe. Creo que ya es hora de que se sepa, pero por él no va a salir. Sé como es él y sé que no lo va a contar nunca y lo cuento yo porque así lo considero. Mi padre ha sufrido mucho, lo ha pasado muy mal y yo creo que es injusto después de todo lo que ha hecho, jugándose lo que se ha jugado. ¿Cuántas personas se jugarían todo lo que tienen por un club? Si tú no quieres ese club, ¿cuánta gente se jugaría su vida? Yo creo que nadie. Yo creo que nadie y él lo hizo».

Hay que valorar en su justa medida todo lo que hizo Manolo Zambrano

A este respecto, lamentó que «en su día recuerdo que se levantaba a las cinco de la mañana sin poder dormir y claro, yo después jugaba, sabiendo todo lo que pasaba. Y lo que no me contaba… Porque él intentaba evadirme cosas. Pero es que era cada día llegar al club y tener algo que pagar o una nueva denuncia. Gestionar a un club es muy difícil. Es preferible deber mucho dinero a una persona porque así es más fácil de gestionar, pero en el caso del Recre se debía mucho dinero a muchas personas, y mucho de años anteriores que no se había pagado nada. Y todo eso, cuando había que firmar y dar el paso, lo firmaba él. Y había personas que no querían firmarlo, pero él sí daba ese paso por el club. Si él en ese momento decide no firmar, hoy el Decano estaría muerto. Si mi padre no se hubiera jugado su patrimonio por el Recreativo, hoy el club no existiría. Y eso la gente no lo sabe. Muchos de los papeles que firmó, lo hizo por intentar salvar al Recre, jugándoselo todo».

Por último, Ale recordó que «es duro y eso lo he vivido en casa. Levantarme por la mañana para entrenar y ver que llevaba ya cinco horas despierto sin poder dormir. Veía que se le caían los años encima porque al final se trataba de un sufrimiento continuado. Él entró para un corto espacio de tiempo, al final fueron años».

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