«El Recre siempre tendrá un hueco en mi corazón»

El futbolista del Decano, Manu Galán, inauguró esta temporada las entrevistas en Coma Tapas&Punto.

El Recreativo de Huelva cuenta con un valor intangible, su plantilla de futbolistas. Jugadores que por encima de todo son personas con sus ilusiones, miedos y esperanzas. En Albiazules.es contaremos con la posibilidad de entrevistarles de manera regular, para así poder acercar a nuestros lectores su lado menos conocido, sin dejar pasar por alto la última hora en el equipo, en clave de actualidad.

El primero invitado ha sido Manu Galán. El futbolista del Decano, natural de la localidad hispalense de Pilas, se muestra como un jugador cercano y muy identificado con el club. Formado en la cantera de su pueblo y posteriormente en el Sevilla donde llegó hasta su segundo equipo filial, el zaguero albiazul pasó por clubes con solera en Andalucía como el Utrera y el Cabecense, para luego dar el salto al CD Azuaga, club extremeño donde dejó un buen sabor de boca, antes de dar el salto al filial del Huesca y por último el Recreativo de Huelva. Curtido en experiencias intensas, donde ha vivido lo mejor y peor del fútbol, con ascensos y descensos, Manu vive cada segundo en el Decano como el último, exprimiendo cada momento y con ganas de revertir la actual situación del equipo.

– ¿Quién es Manu Galán?

Es un chaval humilde, que le ha gustado el fútbol desde pequeño, cuando mi abuelo me llevaba a los partidos con cinco años. Él ha sido el que verdaderamente me ha inculcado mi pasión por este deporte. Soy un chico al que le gusta hacer deporte, estar con mis amigos y mi familia.

– ¿Siempre sentiste predilección por el fútbol? ¿Qué te atrajo para convertirte en el jugador que eres hoy?

Siempre me ha gustado practicar todo tipo de deportes, pero al final el fútbol siempre ha sido el que más me ha tirado y como la mayoría de mis amigos de aquella época, jugaba en el patio del colegio o en la plazoleta de turno. Era lo que se llevaba antes, jugar en la calle y por ahí me tiró más el fútbol. Es un deporte con el que me siento muy identificado.

– Sobre tus inicios en el fútbol. ¿En qué categoría diste tus primeros pasos en el fútbol? ¿Cómo ha sido tu carrera antes de llegar al Recre?

Empecé en el Pilas con cinco años y estuve hasta los tres, cuando firmé por la cantera del Sevilla. Allí me llevo siete años hasta llegar al Sevilla C. Fue cuando llegaron unos años de lesiones y tal, me partí la nariz, una luxación en la clavícula y me partí el quinto ‘meta’. Salgo de la cantera para firmar por el Utrera, donde no jugué mucho porque tenía enfrente a unos centrales experimentados y muy buenos. Yo salgo del Utrera muy agradecido porque había aprendido mucho de ellos y en el mercado invernal me voy al Cabecense. Allí el ambiente era un poco jodido, pero la gente del pueblo estuvo con nosotros hasta el final. Fue un sitio que me marcó también mucho porque aunque descendiéramos, el equipo lo intentó hasta el final. Al final fue un descenso con 20 años y después de allí me salió el equipo extremeño del Azuaga. No estaba muy decidido de ir para allí, pero al final di el paso y era la primera vez que salía de casa. Di el paso, me atreví y sin duda es el club, a día de hoy, al que le debo mucho. Hice un gran año, la gente de allí se portó conmigo muy bien, es un pueblo pequeño con 600 socios, el año que yo estuve y al final te sientes profesional, pero dentro de lo pequeñito. Llegas allí y todo el mundo te conoce y te saluda por la calle, tiene a su afición todos los domingos en el campo y al final, hice un buen año y sin duda me marcó mucho ese sitio. El míster, el cuerpo técnico y toda la gente de allí me marcaron mucho. Después estuve en el Huesca B, un año bonito pero difícil. Me fui de casa, pero en Azuaga podía venir a mi tierra. Allí en Huesca vine una vez al año y aunque lo llevaba bien, también tenía su parte negativa. A nivel deportivo ascendimos, el míster y el cuerpo técnico que tuve allí era espectacular, muy profesionales y me marcó mucho con mi primer ascenso. También debuté en Copa del Rey con el primer equipo, con Michel y es de agradecer el año que estuve allí. Y gracias a eso firmé aquí. El Recreativo de Huelva para mí es lo más. Vivir un ascenso con el Recre, llegar a la fuente ese día, mirar a la gente a los ojos, eufórica, diciendo tu nombre… Si yo soy uno de vosotros. Fue algo muy bonito y creo que pocas cosas como esas voy a vivir en el fútbol. Ojalá vivamos muchas más cosas juntas, pero al ser el primero aquí, fue increíble.

– ¿Qué recuerdos tienes de tu paso por las categorías inferiores del Sevilla?

Si digo la verdad, estuve muy bien los primeros años, pero después lo pasé muy mal. Yo era joven y no entendía que no jugara. Hubo años que lo jugué todo y otros que no, había mucha competencia y es normal, porque en el fútbol no tienes competencia tu nivel baja. Hay que tener competencia siempre y la cantera del Sevilla estaba disfrutando mucho, desde pequeño me sentía muy profesional, pero me llegó un momento que no estaba disfrutando del fútbol y yo llegaba a mi casa y le decía a mis padres que yo quería disfrutar del fútbol, siendo profesional pero intentando jugar. Yo estaba aprendiendo mucho porque tenía todo por delante y tenía grandes profesionales pendientes de uno, pero cuando uno está haciendo lo que le gusta y no está disfrutando, tu cabeza te juega malas pasadas.

– Como sevillano y jugador que ha pasado por la cantera del Sevilla, ¿entiendes el pique que hay entre aficionados del Recreativo y del Sevilla?

Nunca me he metido en esos temas. Yo cuando voy a un sitio, defiendo a muerte a mi equipo y me evado de las rivalidades entre clubes. Yo voy a ir con mi equipo cuando toque partido, sea el rival que sea. Yo me debo a mi equipo y ni entro en esos temas, ni nunca he entrado.

– Te curtiste en categoría amater en clubes como el Utrera, Cabecense, Azuaga en Extremadura y el filial del Huesca. ¿Qué supuso para ti la llamada de un equipo como el Recreativo de Huelva?

No me lo pensé. A mí me dijo mi representante que había la posibilidad de venir aquí, a mí me atraía, me motivaba y cuando uno está haciendo lo que le gusta, y encima te ves motivado por algo que te llama la atención, yo no me lo pensé mucho. Existía la posibilidad de salir fuera, pero ya no por la comodidad de estar al lado de casa, sino por el sitio que es, lo que conlleva llevar este escudo y por la responsabilidad que tengo.

– ¿Qué recuerdas de tu debut en partido oficial, en Los Palacios ante el Utrera?

Me pilló un poco de sorpresa porque yo pensaba que no iba a jugar. Cuando me veo en el once, la verdad es que intenté dar lo mejor de mí en un partido donde me enfrentaba a un equipo al que le tenía mucho cariño porque aprendí mucho, como ya dije. Aunque no jugara mucho, tuve la posibilidad de aprender de tres grandes centrales, que a día de hoy siguen todos menos uno… Me refiero a Cachana, Álex del Río y Álex Ortiz. Y la verdad es que me sentí muy cómodo en el partido, era una situación rara porque miraba para la grada y no había ningún asiento libre. Y yo me decía, ¿pero dónde me he metido? Al final, con los dos goles de Chendo en los últimos minutos, uno empieza a vivir donde has venido y lo que conlleva jugar en el Recreativo de Huelva, con la masa social y la gente que lleva a sus espaldas. Me sentí muy bien y desde primera hora con el cariño de la gente.

– Cuantas cosas se vivieron la pasada temporada en la Tercera RFEF… ¿Qué fue para ti lo mejor y lo peor en el año del ascenso? ¿Qué aprendiste de esos últimos meses?

Para mí lo mejor fue cumplir el objetivo. Era el objetivo de todo el año y todo el mundo sabe que cuando se baja de categoría, ascender es muy difícil. Hay equipos que han descendido y les está costando la misma vida y sin duda para mí eso fue lo mejor, a nivel grupal, de afición y de todo. Y para mí lo peor fue no ascender jugando. Fue algo que se te queda la espinita ahí, estás viendo el partido y no estás compitiendo, y cuando sales de ahí te cuesta hasta meterte en el papel. Sin duda hubiera sido muy bonito ascender en el campo con toda nuestra gente. Y con respecto a lo que aprendí en los últimos meses, yo siempre he dicho que yo vengo a mi trabajo, a dar lo mejor de mí, entrenando y jugando, siendo lo más profesional posible y eso se aprende cada día. Yo me llevo tener a mis compañeros al lado. Para mí son mi familia y al final yo me quedo con eso, con lo que aprendí de cada uno de ellos y con los que voy a seguir aprendiendo seguramente.

– ¿Qué objetivos grupales y personales te marcas para este año?

Personales, siempre seguir aprendiendo de todos mis compañeros, de todo el cuerpo técnico que tenemos, que todos son espectaculares y a nivel grupal, lo que estamos haciendo ahora a nivel de compañerismo, de respeto y de los entrenamientos, que dan gusto ver entrenar a todos y creo que iremos avanzando y progresando en ese aspecto.

– Este año han llegado muchos compañeros nuevos. ¿Qué tal el ambiente en el vestuario?

La gente que ha venido este año son espectaculares. Yo estoy encantado con mis compañeros, con todos y cada uno de ellos. No hay nadie que me caiga mal. Cuando estás aquí, fuera de casa, aunque realmente estoy a media hora, pero te tratan muy bien, con un respeto y una competencia muy sana. La verdad que eso es de agradecer.

– Tras una temporada bonita os ha tocado, al menos en el inicio, sufrir en este arranque de la Segunda RFEF. ¿Qué le está ocurriendo al equipo? ¿Le puede estar pesando la presión de tener que ganar jugando bien?

Con respecto a la presión, estamos en el Recreativo de Huelva. El nombre es presión ya. Es una presión que te va a llevar a ganar partidos y nosotros somos los primeros que queremos ganar, ganar bien, pero al final hay otros factores que no dependen de nosotros. Trabajamos duro el día a día para proyectarlo en el campo y sin duda se irá viendo el trabajo y llegarán los frutos.

– ¿Eres de la opinión de que una victoria, como pudo ser la de este domingo, puede suponer el punto de inflexión necesario para salir del bache? ¿Crees en las dinámicas?

Al final es el partido a partido, como decimos todos los años. No se trata de dinámicas, sino de aspirar a la victoria en cada partido. Está claro que las victorias vienen muy bien al grupo, pero lo importante es que el equipo está metido y lleva trabajando la semana de manera espectacular, y aunque está claro que las dinámicas están ahí, también tenemos cada semana una oportunidad para ir a por los tres puntos.

– El gol de Arjona fue una explosión de rabia. El propio Abel Gómez, persona comedida y correcta en el trato, lo celebró de manera poco habitual. ¿Lo habéis pasado mal estas últimas semanas? ¿Cómo llevas tú particularmente las críticas?

La celebración que dices por parte de todos es de alegría, de decir «estamos trabajando tan bien durante la semana, que coño, este gol es de todos». Es de potencia, rabia, alegría, de un gol que al final son tres puntos y que por encima de como se juegue, son tres puntos que ahí se quedan.

– Ya se habla de cambio en el banquillo. ¿Has vivido en tu carrera muchos cambios de entrenador? ¿Te parece justo que sea la cuerda que se corte cuando hay malos resultados?

Solo lo he vivido una vez. El año del Cabecense no fue un cambio de entrenador, pero si se fue el que teníamos y cogió el equipo el segundo. De todas formas, tal y como estamos trabajando, estamos todos bien.

– ¿Cómo ves al equipo de cara al partido del domingo ante el Recreativo Granada?

Como cada semana estamos preparando el partido, analizando al rival, entrenando como siempre y la verdad es que veo a mis compañeros muy enchufados, los 25 que somos y todos muy bien.

– ¿Con el paso de los años, cómo te gustaría que te recordaran en Huelva tras tu paso por el Recre?

Han pasado grandes futbolistas por aquí, grandes ejemplos y yo querría que me recordaran como alguien que lo ha dado todo por este escudo, que lo ha dado y que lo seguirá dando. Al final el Recre siempre tendrá un hueco en mi corazón porque me ha dado mucho y he disfrutado, y sigo disfrutando mucho. Su gente, la ciudad, el fútbol… Al final me gustaría que me recordaran como alguien que lo ha dado todo por ellos.

LADO HUMANO

Una virtud: Responsable.

Un defecto: Cabezón.

Un sueño: Llegar con el Recre lo más arriba posible.

Una canción: No tengo canciones, escucho muchas. Me gusta mucho Ozuna, reggaetón.

Un libro: Harry Potter.

Una película: Harry Potter. El libro y la saga me encantan.

Una serie: Vikingos.

Un videojuego: El FIFA.

Un periódico: Cualquier de deportes.

Un plato: Pasta.

Un regalo: Tener a mis amigos y a mi familia.

Un deporte: El fútbol

Una ciudad: Huelva y Sevilla.

Una persona: Mi abuelo.

DEPORTIVO:

Mejor recuerdo deportivo: El ascenso con el Recre.

Peor recuerdo deportivo: Cuando me partí el quinto ‘meta’.

Un gol para recordar: En el Recreativo-Xerez, el 2-1.

Un entrenador: Juan Díaz, del Sevilla C. Me marcó mucho porque venía de un momento jodido, de años que no jugaba.

Un compañero: Es complicado decir solo uno. Aquí en el Recre este año puedo destacar a Iago Díaz. Lo he conocido este año y es espectacular. Lo mismo que nombro a Iago, puedo hablar de Caballero, Arjona, Pata… Todos.

Un ídolo: Sergio Ramos.

El mejor estadio que has jugado como visitante: El Arcángel.

Mejor jugador español: Pedri, por proyección.

Mejor jugador del mundo: Para mí, el mejor defensa es Virgil van Dijk del Liverpool.

LA QUINIELA DE MANU (1X2):

¿Jamón o Gamba? 1.

¿Cerveza o tinto? 1.

¿Twitter o Instagram? 2.

¿Coche o moto? 1.

¿Flamenco o Reggaetón? 2.

¿Play o Xbox? 1.

¿Playa o montaña? 1.

¿Mar o piscina? 1.

¿Perro o gato? 1.

¿Compras en Amazon o en tiendas? 2.

¿Izquierda o derecha? X.

¿Mundial o Eurocopa? 1.

¿Sevilla o Betis? X.

¿Semana Santa o Carnavales? X.

¿Discoteca o cena con amigos? 2.

– Un último mensaje que quieras mandar a la afición del Recre…

Quiero decirles que sigan viniendo por nosotros, que al final como siempre digo son el jugador número doce. Nosotros aceptamos las críticas, pero sobre todo sentimos el apoyo en cada partido y a cada sitio que vamos nos sentimos como locales. Que sigan con nosotros y que sigan animándonos como hasta ahora, que nosotros estamos muy agradecidos y le debemos todo a ellos. Ellos están con nosotros y nosotros estamos con ellos a muerte.

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